La falta de elasticidad de la piel es la principal culpable
de la formación de las estrías, por lo que
la mejor forma de prevenirlas es solucionar este problema.
¿Cómo se puede mejorar la elasticidad
de la piel? Los especialistas afirman que la
ausencia de elasticidad de la piel puede estar provocada
por la falta de vitaminas E, C, ácido pantoténico
o vitamina B5 y de minerales como el cinc,
el cobre y el silicio. Por tanto, sobre
todo en los períodos de más riesgo, hay
que poner especial atención en que la dieta contenga
estos nutrientes.
Son especialmente importantes la vitamina C y
el cobre, ya que ambos estimulan la producción
de colágeno nuevo y mejoran el colágeno
ya formado.
En el proceso de transformación de colágeno
nuevo a colágeno maduro tienen un papel importante
las enzimas y para que éstas cumplan su función
necesitan de la presencia de la vitamina C y del
cobre. Así pues, para reducir el riesgo
de estrías y envejecimiento cutáneo, es
importante incluir alimentos en la dieta diaria que contengan
estos nutrientes.
Períodos de más
riesgo
Las mujeres de piel seca tienen más probabilidades
de sufrir estrías que las de piel grasa, por tanto
en los períodos de más riesgo que indicamos
a continuación deberían prestar cuidar más
aún la hidratación de su piel:
- Adolescencia: en este período
se produce un rápido crecimiento y las personas
suelen comer de forma anárquica; ambas cosas unidas
pueden favorecer la aparición de arrugas. Los senos,
sobre todo, son la parte más vulnerable, porque
en esta época aumentan progresivamente de volumen
determinando una fuerte tensión sobre sus tejidos
de revestimiento. El repentino agrandamiento de los pechos
debilita los tejidos de la mama sobre todo en el caso
de las adolescentes que por cuestiones de herencia tienen
una piel poco elástica. En este caso es fácil
que las estrías afecten también a los glúteos
y las caderas, cuyos tejidos se ven obligados a tensarse
debido a las capas de grasa que a partir de la pubertad
se localizan en estas zonas, redondeando la figura de
la mujer.
- Embarazo: durante el embarazo, la
mujer experimenta un gran aumento de la distensión
cutánea sobre todo en el vientre, los senos y las
caderas. Desde los primeros meses de embarazo el pecho
aumenta de volumen provocando una sobrecarga en los tejidos
que produce una tensión intensa y constante que
fácilmente favorece la aparición de estrías.
Este riesgo es mayor en las mujeres que dan de mamar,
ya que el volumen del pecho aumenta y disminuye en repetidas
ocasiones cada día.
-. Dietas adelgazantes: las dietas demasiado
drásticas que nos hacen perder muchos kilos en
poco tiempo son las responsables de la aparición
de estrías. Una pérdida de peso importante
casi siempre viene seguida de una recuperación
veloz de los kilos que termina por sobrecargar la retícula
elástica con una presión que puede desgarrarla.
El problema se agrava en las personas que tienen la piel
poco elástica y que se someten a las dietas drásticas
con efecto yoyo, es decir las que provocan subidas y bajadas
de peso en poco tiempo.
La solución: prevenir
La mejor forma de hacer frente a las estrías es
prevenirlas antes de que aparezcan, ya que una vez “resquebrajada”
la piel lo que se puede hacer es mejorar su aspecto y
disimular las estrías, pero es muy difícil,
por no decir imposible, hacerlas desaparecer.
¿Cómo prevenir? Con una
dieta adecuada que debería cumplirse a rajatabla,
sobre todo en los períodos de riesgo, y con unos
cuidados externos específicos para cada parte del
cuerpo.
. Senos: hay que usar sujetadores adecuados,
incluso cuando se practica algún deporte. Los más
recomendables son sin aros ni hierros y con el llamado
“cruzado mágico” que llevan refuerzo
en las bases y ayudan a soportar el peso del pecho de
una forma uniforme. Asimismo, hay que mantener la piel
del seno siempre bien hidratada utilizando después
de la ducha una crema hidratante y reafirmante especial
para pecho.
Caderas, glúteos, coxis: mantener
la piel bien hidratada, evitar el roce de fibras sintéticas
y la utilización de ropa demasiado ajustada.
Masajes con aceites
Aplicarse en las zonas de riesgo un aceite apropiado
con un masaje puede ser la mejor forma de prevenir las
estrías.
- Mezcla 20 gotas de aceite de lavanda y 5 gotas de aceite
esencial de nerolí en 50 mililitros de aceite de
germen de trigo. Masajea las zonas con más riesgo
(caderas, muslos, coxis y senos) una vez al día.
- Pon a macerar en aceite de germen de trigo un puñado
de pétalos de flores de caléndula durante
2 semanas. Después puedes utilizarlo como aceite
de masaje antiestrías.
Remedios para disimular las estrías
- Después de la ducha masajear la zona afectada
con aceite de germen de trigo y alguno de los aceites
esenciales recomendados en el cuadro de aceites para masajes.
- Cada noche, aplicar sobre las estrías crema
de tepezcohuite, una planta de la familia de las mimosas
que es una poderosa regeneradora cutánea. Se aplica
haciendo un ligero masaje con las yemas de los dedos sobre
una piel limpia.
- Una vez a la semana, colocar una compresa empapada
en infusión de cola caballo sobre las estrías
y dejar actuar durante 15 minutos.